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Si tens fills (o planeges tenir-los) , si tens dubtes sobre la criança, si t'agradaria trobar un grup de pares/mares que et poguessin ajudar, recolzar..si busques informació sobre la Lactància Materna, sobre l'alimentació complementària o sobre el son dels infants, si les teves nits són mogudes, si fa poc que has tingut un bebé i estàs en ple post part i ningú t'entén, o simplement, t'agradaria compartir amb nosaltres les teves experiències, no ho dubtis, VINE! Ens podràs trobar el SEGON I QUART DISSABTE DE CADA MES al Centre Cívic de PLA DE PALAU (COSTAT PARC MIGDIA) de 16.30 a 18.30

dilluns, 21 d’abril del 2008

De l'úter al pit

Us deixo un fragment extret del llibre Maternidad y Lactancia, de Gro Nylander, pediatra noruega cap del departament d'Obstetricia de l'Hospital General d'Oslo, mare de tres fills, especialista en lactància materna, fundadora del Centre Nacional de Lactancia de Noruega i creadora d'un vídeo, que moltes de vosaltres segurament haureu vist en algun curs de preparació al part, titulat "El pit no té horaris".
Personalment m'ha agradat molt. Està escrit amb molta dolçor i descriu molt bé les sensacions i accions que passen en el part i minuts després.
Espero que us agradi.

Patufa

Del útero al pecho: nacida para mamar

La pequeña GRY acaba de nacer en la sala de partos número tres. ¿Quieres venir conmigo, y nos sentamos muy calladitas en un rincón para admirar lo que viene después?

Gry lo tiene todo a su favor para comenzar con buen pie la vida fuera del útero. Es un bebé largamente esperado, y su madre, Siri, ha tenido un buen parto. Han sido catorce horas, y dolerle, le ha dolido; pero el parto ha evolucionado bien y ha sido soportable. El cuello del útero se fue abriendo poco a poco, y las pausas entre contracciones fueron tranquilas. Siri recuperaba fuerzas tan bien entre las pausas que no necesitó medicamentos para el dolor. En el momento más duro, justo antes de llegar a los diez centímetros de dilatación completa, pasó un rato en un baño caliente. Y en el expulsivo llegó a dormitar entre contracción y contracción. “Era como descender en balsa por un torrente”, dijo más tarde. Violentas fuerzas de la naturaleza la arrastraban. Sólo había que dejarse llevar y ayudar con toda su energía. Le hicieron masaje con aceite caliente en el periné, que se fue dilatando gradualmente.

Gry se deslizó lentamente, escurridiza como un águila, sin causarle a su madre ni el más mínimo desgarro.Ahora está ahí, entre las piernas de Siri. Pequeña, mojada, extraña y un poco ensangrentada. Unas manos cálidas y enguantadas la sostienen, le limpian delicadamente la nariz y la boca, le secan el pelo pringoso. El cordón umbilical late con fuerza, porque la placenta todavía transmite alimento y oxígeno desde Siri a su hija. Gry permanece un par de minutos a nivel más bajo que el vientre de su madre. Eso es magnífico, porque en esos momentos está recibiendo la última transfusión de sangre de la placenta antes de proseguir el viaje más importante de su vida: el viaje del útero al pecho.

Gry tiene un color azul y está cubierta de grasa. Primero protesta, y luego llora. La matrona y su ayudante sonríen. Are, el padre (porque se ha convertido en padre de repente) se deja caer sobre la silla con un gruñido de alivio. Exhausta y satisfecha, Siri siente que ya todo ha acabado: los largos meses de espera, las contracciones, la emoción del expulsivo cuando empujaba como si se le fuera la vida en ello (y así era, en efecto), el ardor que sintió al dilatarse el periné…

El primer encuentro
La comadrona levanta al bebé para entregárselo a Siri. Matrona, en noruego, es jordmor, “madre de la tierra” porque la mujer más experimentada que ayudaba en el parto levantaba ritualmente al bebé, nacido sobre la tierra, para entregárselo a la madre. De repente, Siri es madre. ¡Mamá! Se siente madre y siente que Gry es su hija.

Alguien ha desabrochado el camisón de Siri, y su hija descansa desnuda sobre su piel. Le entregan una toalla caliente, porque quiere secar ella misma a su hija. La seca frotando suavemente, le da calor y la estimula para que respire y continúe viviendo. Sus acciones evocan los continuos lametazos y empujones que dan otros mamíferos a sus crías recién nacidas. Siri se ocupa de Gry con cierta torpeza, mientras ésta, sobre la barriga de su madre, va adquiriendo un color rosado. Hay mucho espacio; la barriga cálida y grande de repente se ha quedado casi vacía. Are corta el cordón umbilical por donde le indica la matrona. Un poco tembloroso y con un nudo en la garganta separa a su hija de la madre. Ahora Gry es si cabe un poco más suya.

Gry llora un poco, tensa los músculos con inquietud y no parece nada contenta de estar fuera de la acogedora caverna del útero, donde ha vivido durante nueve meses. En la cama, gracias a la lámpara térmica puede estar desnuda, moverse libremente, tocar y ser tocada. Siri comienza a palpar tímidamente a su hija, primero con las yemas de los dedos livianos y cautelosos. Cada vez más segura acaricia las manos y pies del bebé, tamborilea sobre sus tiernas extremidades, se atreve al fin a palmearle la espalda con la mano extendida, la sujeta con ternura, la mece suavemente.

Lo correcto es que sean las manos de Siri las primeras en tocar a Gry sin guantes. En el útero ha estado prácticamente libre de bacterias, ahora toda su piel se recubre de ellas. La mayoría son benignas, pero algunas son hostiles. Por eso es importante que provengan de Siri: su leche tendrá anticuerpos contra esas bacterias y protegerá a Gry. La persona que toque al bebé podría ser Are, su papá. Dos personas que viven juntas tienen muchas cepas bacterianas en común, de modo que la leche materna suele proteger también contra las bacterias del padre y del resto de la familia.

Te estoy viendo
Gry se tranquiliza y permanece quieta. Parpadea con sus ojos azul oscuro, cuyas enormes pupilas parecen contemplar el infinito. Siri la mueve un poco para verla mejor, inclina la cabeza hacia ella, la mira a los ojos.”¡Me está mirando!”. Algunos investigadores han descubierto que el contacto ocular precoz es importante para fortalecer el vínculo madre hijo. Una cosa es segura, el recién nacido normalmente mira y observa, y para fijar la mirada prefiere un rostro con ojos brillantes a cualquier cosa.

Gry protesta un poco más, estira las piernas, las vuelve a flexionar, patalea y se desliza un poco hacia arriba. Luego descansa ¡Qué fatigoso es moverse fuera del agua en que flotaba ingrávida!

Escúchame
Gry empieza a llamar a su madre con sonidos breves y penetrantes: “¡EH! ¡EH!” Siri responde, sin darse cuenta de lo que hace. Con voz suave y aguda dice: “Por fin has llegado, mi niña bonita. ¡Qué linda eres! Te estábamos esperando, Tesoro. ¡Hola, Cariño!” A los bebés se les habla con voz de seda. No necesita pensarlo, el maravilloso instinto maternal impulsa a Siri a hablar con tono agudo. Como hacemos la mayoría de las mujeres cuando estamos con un bebé. No podemos evitarlo. Es un sabio instinto: la ciencia ha demostrado que los bebés muestran interés precisamente por este tono de voz, mientras que una voz grave, por cariñosa que sea raramente les resulta tan cautivadora. También se ha comprobado que los recién nacidos prefieren la voz de su propia madre a cualquier otra, seguramente porque están acostumbrados a esa voz desde el útero. Si el padre ha hablado mucho o cantado cerca de la barriga, su voz será la segunda favorita. Así descansan Siri y Gry, charlando, sin que nadie las moleste. Are está sentado junto a ellas y, con un brazo sobre los hombros de Siri, las abraza a las dos. Siri sostiene a su hija, Are sostiene a la mujer que se ha convertido en la madre de su hija. Ésta es su familia. La matrona y su ayudante se desplazan por la sala en silencio mientras recogen y limpian.
La placenta se desprende llenando el canal del parto, y basta un breve pujo para completar el alumbramiento. Es grande y blanda, y brilla con las membranas traslúcidas que envolvían a Gry. La placenta sigue siendo hermosa pero ya no tiene ningún papel en esta historia.


Que bien huele
Siri olfatea, deleitándose con el olor de la cabeza de su hija. No sabe que es así como casi todas las madres huelen a sus hijos. No es consciente de que incluso nosotros, humanos modernos de sentidos abotargados, usamos el olfato más de lo que pensamos. En un estudio, la mayor parte de las madres fue capaz de reconocer a sus hijos de pocos días con los ojos vendados, sólo por el olor. Una oveja que acaba de dar a luz no permite que un cordero se acerque a su ubre sin olfatearlo primero. Los animales que viven en grupo olfatean detenidamente al recién nacido tan pronto como la madre lo permite.

Gry también usa su naricita, la areola, la zona oscura en torno al pezón de su madre, está rodeada de glándulas cuyas secreciones grasas protegen contra la humedad y el roce, pero que también tiene un olor atractivo para el bebé y le llevan en la buena dirección. En un estudio, los investigadores lavaron con jabón uno de los pechos de cada madre inmediatamente después del parto, asegurándose de que ambos pechos estuvieran secos y calientes antes de colocar al recién nacido sobre la barriga de su madre. Cuando se les dio tiempo para buscar solitos, la mayor parte de los recién nacidos encontraron el camino hacia el pecho no lavado y se pusieron a mamar.

Siri absorbe el olor, la voz y la imagen de su hija. La besa, la acaricia y casi la degusta, con los labios sobre el pelo húmedo y suave. Siri desconoce que este proceso de establecer un vínculo con su recién nacida es similar al que atraviesan todos los demás mamíferos. ¿Tal vez los húmedos besos de Siri son equivalentes al lameteo de la madre en otras especies? Así los olores se dispersan y se potencian.

Búsqueda
De pronto Gry descubre el pezón y la oscura areola. Abre sus grandes ojos, fascinada ¿Está grabada en su mente la orden de dirigirse hacia esta agradable visión?
Inmediatamente después, Gry empieza a mover la boca. Sus labios se abren, se cierran y se tuercen en una mueca, una media sonrisa exploratoria. Saca la lengua, se la pasa por los labios, lametea un poco, babea. Siente el cosquilleo del pezón en su mejilla, lo que estimula el reflejo de búsqueda. Intenta con nuevos bríos dirigirse hacia el pecho. Por fin Gry, encima de su madre, alza la cabeza para buscar con la boca. Vacila, la cabeza le pesa demasiado, cae sobre la otra mejilla. Descansa otro poco, llora, vuelve a alzar la cabeza que se balancea, y falla el objetivo…


Animada por la voz suave y aguda de su madre que la tranquiliza e inspira, y por sus cálidas manos que la sujetan, Gry vuelve a empezar. Aterriza con el pezón prácticamente en la boca. Abre mucho la boca, como un bebé humano que busca... AHORA… lo ha conseguido, sus labios se cierran hambrientos sobre un gran bocado de pecho… Gry mama como si le fuera la vida en ello.

Manos amigas ajustan la posición de Gry para acercarla más a su madre. Al final, madre e hija yacen juntas, apretadas, barriga contra barriga. EL mentón de Gry se aprieta contra el pecho de su madre. Tiene los labios doblados hacia fuera, y se puede ver cómo los movimientos de succión se extienden hacia sus orejas. Al tener la boca tan abierta, el pecho llega hasta el paladar blando y desencadena un poderoso reflejo de succión.

Manantial de hormonas
Cuando Gry mama, los impulsos nerviosos viajan desde los pechos de Siri hasta su médula espinal, y desde allí hasta su cerebro, a su hipófisis. Esta pequeña fábrica de hormonas empieza inmediatamente a liberar las hormonas de la lactancia en la circulación de Siri. Las hormonas viajan por todas las arterias y llegan hasta la última célula de su cuerpo. Ahora, justo después del parto, la oxitócica es la hormona más importante. Debe llegar hasta los órganos cuyos receptores, gracias al parto, se han puesto en alerta. Como el útero, que se contrae poderosamente cuando la oxitócica llega a sus receptores en respuesta a la succión del bebé. Las paredes musculares del útero se contraen poderosamente y expulsan la placenta

2 comentaris:

Unknown ha dit...

Aquest relat és precios!!! m'he emocionat com una bleda....

continua aixi patufa!!!!

Isabel Vidal Font ha dit...

Hola gent!!

No sé si encara us trobeu, i com va tot... però em feia gràcia compartir-vos una web, i les nostres activitats... som un equip de llevadores i doules de Girona, que atenem parts a domicili, organitzem tallers de preparació al part, de pla de part, de planificació natural... per si us interessa!!!

www.equipmudra.com

una abraçada!!!!